OJO, PAYASOS EN LA RUTA
Tésis / 'Pertenecen a Bogotá, pero nadie los nota': Juan Carlos Alonso
Los payasos publicitarios son íconos de la cultura urbana de Bogotá. Un jóven artista realizó su tésis sobre estos personajes. Una serie de fotografías se exhibe en paraderos de buses de la ciudad.
PAOLA VILLAMARÍN
Poco se sabe de sus vidas. Si existen disputas entre los que se formaron en el circo y los que aprendieron a ser payasos publicitarios en la calle. Si al emplearse deben llevar su propio disfráz y su respectivo megáfono, si están agremiados o si es un buen negocioandar por las calles anunciando zapatos o almuerzos ejecutivos.
"Pertenecen a Bogotá pero nadie los nota", dice Juan Alonso, estudiante de artes de la Universidad de Los Andes. Su interés por estos particulares trabajadores callejeros lo llevó a elegirlos como eje de su tésis de grado.
Su trabajo consistió en hacer una investigación sobre los orígenes de estos payasos y una propuesta plástica alrededor de ellos. Esta última se tradujo en una serie de fotografías de gran formato de payasos publicitarios que se están exhibiendo por estos días en los nuevos paraderos de buses de la ciudad. La imagen a color del proptagonista, con todo su valor iconográfico, contrasta con el fondo de la ciudad en blanco y negro en el cual labora el payaso.
Para desarrollar su tesis, Alonso, de 24 años, fue a buscar a los payasos a los barrios donde hay mayor demanda de su trabajo: San Victorino, Restrepo, Venecia, 20 de Julio y Chapinero. Realizó durante meses entrevistas y entendió que era mucho más que estética popular. Muchas de las personas con las que conversó venían del circo: eran acróbatas, payasos y pulsadores (esculturas humanas). "Me interesé por su cambio de función - dice Alonso -. El fin de los payasos es el entretenimiento pero los que andan por las calles de Bogotá publicitan lugares y hoy son un símbolo de la ciudad".
Alonso quiere hacerlos visibles, darles voz. La mejor manera: el silencio y la capacidad de captar el instante de la fotografía y la exhibición de estos trabajos en un espacio abierto donde se mueve todo tipo de público, diferente al que puede ir a una galería de arte.
Los dueños de los paraderos (Equipamientos Urbanos Nacionales de Colombia) entendieron que el proyecto de Alonso era cultural y le permitiron incluir sus fotos en una de las dos caras de estos armazones metálicos. Cada 15 días las fotografías rotan por la ciudad. Por estos días están en la Avenidad 68 con Cruz Roja y en la 68 con Colegio Cafam.
"Estos personajes con únicos en el mundo", dice Alonso. Con su investigación descubrió que los payasos publicitarios son patrimonio de Bogotá, que cobran entre4mil y ocho mil pesos por una hora de trabajo, que tuvieron un sindicato, que hay unos 200 en la ciudad, que existen rivalidades entre ellos porque los que nunca estuvieron en un circo cobran más barato y que tienen infinitas historias divertidas y tristes que contar.
EL TIEMPO, Jueves 31 de Enero de 2002 |